miércoles, 3 de diciembre de 2008

dulces

La casualidad paso por al lado, permitiendole a mi paciencia darse un descanso, la primavera se va en bicicleta, y las flores se caen del canasto. Los olores se guardan de una manera sarpada que hasta ahora nada puede reproducir. Sin embargo nada oli. Lo cuelo porque se me escapa y es inevitable.

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